Alcachofas con vinagreta de mostaza





Hasta la adolescencia, para mí las alcachofas eran las de lata. Nunca había vista alcachofas naturales y no las relacionaba con el raro fruto que aparecía en las botellas de Cynar. Eso sí, las alcachofas en conserva me encantaban.



Todo cambió cuando fui a estudiar a Salamanca. Allí  vendían muchas alcachofas naturales y, además, eran baratísimas. Así que, cuando estaban en temporada, las comía por kilos. Las cocía, partidas al medio, y las aliñaba al ajo arriero (con aceite, ajo y pimentón). Me siguen gustando muchísimo preparadas así. Nunca olvidaré un día que las estaba comiendo y el novio de una compañera de piso dijo: “Vaya porquerías que pueden comer algunas personas”. Siempre digo que la ignorancia es muy atrevida. En fin…


Todo lo contrario de lo que me pasó en Los Angeles. Ya os conté anécdotas sobre mi estancia allí en la receta de mermelada de jalapeños y en la de la Chinese chicken salad. El día que llegue a Los Angeles, unos compañeros de la universidad me invitaron a cenar. Pusieron de aperitivo, para compartir, una alcachofa. Sí, una sola alcachofa… con una salsa para ir mojando hoja a hoja. La saboreaban y disfrutaban como algo muy especial. 

Pues bien, yo he querido prepararlas hoy de manera parecida. El otro día, cuando vi una receta de BBC GoodFood me acordé de mi alcachofa californiana y me entró nostalgia. Las he cocido, dejado enfriar y, después, he preparado una vinagreta con mostaza para ir mojando hoja por hoja. Creo que es un aperitivo muy rico. La verdad es que “vaya tonterías que pueden decir algunas personas”.



Ingredientes:
4-6 alcachofas
2 limones
Unas hojas de laurel
150 ml de aceite de oliva
Una cucharada de mostaza a la antigua
Una cucharada de miel (o sirope de agave)
2 dientes de ajo





Limpiamos las alcachofas. Cortamos el rabo, de manera que queden planas por debajo para poder colocarlas de pie.




Limpiamos las hojas exteriores, cortamos la punta de las alcachofas y los piquitos de las hojas que se ven.





Ponemos una cazuela al fuego con agua suficiente para cubrir las alcachofas. Salamos. Cuando hierve, echamos las alcachofas y el laurel. Partimos el limón al medio, exprimimos el limón y echamos el zumo y el resto del limón en la cazuela. 




Dejamos cocer hasta que estén tiernas, una media hora. Sacamos y dejamos enfriar.




Para preparar la vinagreta, picamos en un robot el ajo con el aceite y el zumo de un limón. 




Añadimos la miel y la mostaza. 




Mezclamos y servimos. Se puede poner una alcachofa en un platito sobre una base de vinagreta.











También se pueden servir las alcachofas con la vinagreta en una salsera aparte.













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