Galletas de Halloween decoradas con fondant blanca y glasa negra





He de deciros que, cuando veía Halloween muy lejos, me daba pereza pensar en preparar galletas. Pero, así que se fue aproximando, me entró el cosquilleo. No se me iban de la cabeza. El caso es que no quería hacer las típicas galletas de Halloween, con fantasmas, brujas y calabazas. Eso ya lo había hecho otros años y pensaba que ese festín merecía alguna novedad. 

De hecho, mis primeras galletas decoradas fueron unas galletas de Halloween. Creo que ya os conté que fue una pesadilla, porque mi amiga Esther y yo no sabíamos todo el trabajo que llevan y, en un mismo día, hicimos la masa, las galletas, las glasas y las decoramos. Acabamos agotadas. El resultado no fue del todo malo, me parece, para ser nuestras primeras galletas. No teníamos cortadores con formas típicas de Halloween, así que hicimos círculos, corazones y ositos. Creo recordar que también algún muñeco de jengibre, pero no ha quedado documento gráfico...







El año pasado decidimos no hacer. Habíamos hecho en Navidades, San Valentín y algún cumpleaños, así que estábamos saturadas. Yo, en el último momento, me arrepentí y decidí prepararlas. Seguía sin tener cortadores específicos, así que usé unos en forma de animales. Decidí decorarlos con una estética de homenaje a Tim Burton. Es el director favorito de mi hijo. Cuando tenía dos y tres años veíamos todos los días la película de Pesadilla antes de Navidad. Ahora que tiene doce, la seguimos viendo de vez en cuando. Hace tres años, en Nueva York, fuimos a una exposición de Tim Burton en el Museum of Modern Art (MOMA). Nos encantó. 






Para hacer estas galletas homenaje, solo hice una glasa, de una sola textura, y no la teñí. La foto es un poco cutre, pero no he encontrado otra.




Como os comentaba, este año quería hacer unas galletas diferentes. Cuando me llegó, al libro electrónico, el número de octubre de la revista Living, quedé totalmente fascinada por unas decoraciones de Halloween con forma de tatuajes de insectos. Decidí que eso es lo que quería hacer. Me inspiraría en los insectos para hacer mis galletas, así que serían decoraciones en negro sobre fondo blanco.






Cuando les decía en casa que iba a hacer arañas, mariposas y libélulas, protestaban y decían que eso no era típico de Halloween. Yo me defendía diciendo que sí, si tienen un toque siniestro. Quería salir de los tópicos y enlazar con un terror más psicológico. En un reciente viaje a Madrid, me encontré con que este tipo de imágenes estaba de moda. Por ejemplo, esta foto es de una tienda de ropa en la calle Fuencarral.




Comenté mis ideas con Esther, que suele estar al día en tendencias artísticas, y me dijo que le parecía una buena idea, pero muy difícil de materializar en unas galletas. Como soy consciente de la dificultad y para que no acabéis agotados, como nos pasó a nosotras el primer año, os propongo unas galletas que se pueden hacer en un par de horas. Para eso, vamos a usar varios atajos, como hacíamos en las galletas de corazones decoradas con fondant y glasa. Uno es comprar galletas ya hechas. Yo compré unas redondas de jengibre y almendra de Ikea. Está bien porque son muy lisas, que es lo importante. El problema con esas galletas es que son bastante pequeñas, por lo que es un poco más difícil hacer dibujos con detalles. El otro atajo es cubrir la galleta con fondant en lugar de glasa. Así nos evitamos tener que esperar a que seque la glasa para empezar a hacer el dibujo.


Instrucciones

Para hacer estas galletas decoradas solo necesitamos:
  • Galletas redondas
  • Fondant blanca
  • Glasa negra (glasa para decorar galletas)
  • Un cortador redondo del mismo tamaño de las galletas o un poco más pequeño
  • 1/2 cucharadita de miel o jarabe de agave.


Para hacer la glasa seguí las indicaciones de la entrada de glasa para decorar galletas. Solo usé una clara de huevo, 200 g de azúcar glass y colorante negro. Hice glasa de borde, a la que no añadí nada de agua. Le puse una boquilla del número 1, aunque también se puede poner una del número 2. 




Cogemos un trozo de fondant, lo amasamos un poco con las manos, hasta que está blandito. Lo aplastamos y estiramos con un rodillo hasta que queda con un grosor como de 2 mm. Es mejor extenderlo sobre papel de hornear porque así se despega más fácilmente.




Con el cortador de galletas, cortamos círculos de fondant.




Mezclamos la 1/2 cucharadita de agave o miel con dos cucharadas de agua. Mezclamos. Este va a ser nuestro pegamento para juntar el círculo de fondant con la galleta. Así que untamos la galleta con un poco de esta mezcla. Ponemos muy poco líquido, porque no nos interesa que se humedezca la galleta.




Colocamos el círculo de fondant sobre la galleta. Hacemos lo mismo con el resto de las galletas.








Una vez que están todas las galletas cubiertas, comenzamos con la decoración. Para el tipo de decoración que vamos a hacer no utilizaremos plantillas. Es importante tener algún dibujo delante para inspirarnos. Yo tenía las fotos de la revista Living. Vosotros podéis seguir las fotos de mis galletas y los paso a paso de la elaboración. También podéis buscar en internet otros dibujos de insectos. 

No es necesario, pero para las primeras que decoré usé unos cortadores pequeñitos de dibujos geométricos para que me sirvieran como guía. Solo los utilice para las dos o tres primeras. Después comprobé que me resultaba más fácil hacerlo directamente.




Para hacer una araña, empezamos marcando un ovalo, o pintándolo directamente con la glasa. Para pintar con la glasa, yo cojo la manga con la mano izquierda (soy diestra) y la boquilla con la mano derecha. De esta manera, con la mano izquierda empujo la glasa y con la derecha oriento los movimientos.






El ovalo es el cuerpo de la araña. Ahora hago un círculo pequeño encima, para que sea la cabeza.




Y pinto las ocho patas.




A continuación, relleno el cuerpo. Para eso dibujo círculos concéntricos, desde el borde del cuerpo hacia el interior.




Para hacer una araña de perfil sigo un procedimiento parecido: cuerpo, cabeza y patas.









Para hacer una libélula, marco primero una raya en el centro. Bordeo alrededor como un triangulo alargado. Después hago la cabeza y las alas. Relleno el cuerpo y parte de las alas.










Las que más me gustaron, fueron las telarañas con una arañita colgando, inspiradas en la tarta de Living. Empecé pintando la red.






Le puse unos toques vegetales.




Y, al final, la arañita.








Tenía muchas ganas de hacer unas calaveras de perfil. Me parecía lo más difícil de hacer a mano. No estoy descontenta con el resultado, pero creo que si las galletas hubiesen sido más grandes, habrían quedado mejor.






Y también hice un clásico, la telaraña con una araña encima.










Y aquí tenéis otra libélula.






Y, si las anteriores os parecen difíciles, siempre podéis hacer una carita de fantasma.





Así que estén decoradas, tienen que secarse, al menos, durante un noche. Si veis que están muy húmedas, podéis ponerlas unos minutos en el horno abierto a 30º, con calor por abajo.







 Creo que el resultado vale la pena.


















Comentarios

  1. Lo explicas de fábula. Me ha encantado tu blog y las cosas que haces son fantásticas.
    Felicidades Marga!

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