Pasta carbonara en versión mínima






Bueno, ahora no podréis decir que las recetas que hago son muy complicadas, ni que llevan ingredientes difíciles de conseguir. Creo que me estoy pasando para el lado contrario. El motivo es que he estado una temporada larga en un apartamento, lejos de mi querida cocina repleta de ingredientes e instrumentos. Pero, la verdad, como me gustan los retos, lo estoy pasando bien con esta cocina de mínimos: mínimos ingredientes, mínimos aparatos y mínima dificultad. Eso sí, máxima inspiración. Cuantas menos cosas tengo, más platos imagino.

Hace algún tiempo había leído en el New York Times un artículo de Mark Bittman sobre los platos de pasta, en el que explicaba cómo se puede conseguir una textura cremosa con solo un poco de agua de cocción. Pensé que tenía que probarlo. Seguí encontrando artículos donde preparaban la pasta de manera similar, así que, cuando mi hijo me pidió un plato de espaguetis carbonara (y no tenía ni nata ni huevos, ni siquiera espaguetis), decidí que había llegado el momento de experimentar.





El resultado fue impresionante. Ulises dijo que era la pasta más rica que había hecho. En los últimos días la he repetido varias veces con pequeñas variaciones. La última, con chistorra, de lo mejorcito.




Yo hice pasta para dos, así que solo usé 250 gramos. Podéis ajustar las cantidades al número de comensales.




Ingredientes:
250 g de pasta
1/2 cucharadita de sal
200 g de bacon o panceta
2 cucharadas de aceite de oliva
Un poquito de orégano para espolvorear (opcional)





Quitamos el borde duro del bacon (si lo tiene) y cortamos en tiritas. Reservamos.







Ponemos al fuego una cazuela con abundante agua y sal. Cuando hierve, echamos la pasta y dejamos hacer a fuego lento el tiempo indicado en el paquete.






Escurrimos y reservamos parte del agua de cocción.




Ponemos a calentar el aceite en una cazuela. Echamos los trocitos de bacon y doramos. Echamos un poco del agua de cocción y revolvemos para que se evapore un poco y se ponga cremoso. Podemos añadir otro poco de agua las veces necesarias hasta conseguir la cantidad de salsa y la textura deseada. Yo puse un poco más de un vaso (aproximadamente unos 300 mililitros).
















Añadimos la pasta reservada e incorporamos con movimientos envolventes. Apagamos y servimos caliente.






Podemos espolvorear con un poco de orégano o queso parmesano.







Comentarios