La chirivía es una raíz parecida a la zanahoria, pero de color blanquecino. Se consume mucho en Cataluña. Durante nuestra estancia en Barcelona, cuando compraba un paquete preparado de verduras y hortalizas para caldo, siempre incluía alguna chirivía. Allí me aficioné a ella. Bueno, también ayudó la maravillosa crema de chirivía que comimos en Alvart. Nos la sirvió con huevo a baja temperatura. Estos huevos se han puesto de moda y, últimamente, los ponen en todas partes. Yo preferí acompañarla de mojo de cilantro y unas avellanas, como nos habían servido alguna crema en La Esquina.
Encontré las chirivías en la frutería Los Agaves, en el sur de Tenerife, así que compré todo lo necesario para hacer una crema de verduras con ellas. Elegí acompañarlas de apio, puerros, zanahoria y patatas, pero podías combinarlas con lo que más os gusté. Para la elaboración me inspiré en una crema de puerros que hacía en mis tiempos de estudiante en Salamanca.
Ingredientes:
2 chirivías pequeñas
5 zanahorias pequeñas
3 patatas medianas
2 puerros pequeños
3 ramas de apio
2 cucharadas de aceite
25 g de mantequilla
500 ml de leche
Agua
Sal y pimienta
Mojo de cilantro (opcional)
50 g de avellanas (opcional)
Pelamos las chirivías, las zanahorias y las patatas. Partimos en rodajas gruesas.
Lavamos y cortamos los puerros y el apio.
Ponemos a calentar el aceite y la mantequilla a fuego suave.
Cuando la mantequilla está derretida, añadimos las verduras y salteamos un par de minutos.
Añadimos la leche y completamos con agua hasta cubrir todas las verduras. Salpimentamos.
Así que hierve, ponemos el fuego al mínimo. Tapamos y dejamos que se hagan hasta que estén tiernas.
Trituramos con una batidora de brazo. Servimos con un chorro de mojo y unas avellanas troceadas y tostadas. Está deliciosa.
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