Tarta de trufa de chocolate y dulce de leche




He tardado un montón de tiempo en publicar esta receta. La hice el día de Thanksgiving para la cena, de la que ya publiqué el pavo relleno al horno. Después tuve mucho trabajo y, a continuación, me metí en el lio de las galletas de Navidad, así que se había quedado en la recamara. No importa. Cualquier ocasión es buena para hacer una tarta de chocolate. Los franceses celebran las fiestas de Navidad con postres de chocolate, así que podemos imitarlos y preparar esta tarta para una de tantas comidas y cenas que tenemos estos días.

Como os decía, hice esta tarta el día de Thanksgiving. Improvisé la cena a última hora y, como tuve el pavo en el horno cinco horas, tenía que hacer un postre que no llevara horno. Me apetecía una “pie”, que son las típicas de ese día, pero la pie de calabaza o de pecán llevan normalmente horno. Una “pie” es una tarta con una base, tipo masa quebrada y un relleno. Puede llevar solo base arriba y abajo, como la Apple pie, o solo abajo, como la Lemon meringue pie

Busqué, en la web, tartas sin horno y me aparecieron unas tartitas de chocolate y caramelo con una pinta espectacular. No me podía creer lo fácil que eran. 

La hice en forma de tarta grande y sustituyendo el caramelo por dulce de leche. Usé Chimbote, una marca argentina que me encanta. De hecho, es el mejor que conozco. Cuando estuve en Argentina, hace muchos años, vine cargada de botes de Chimbote y de alfajores Havanna, una de mis grandes debilidades. No voy a empezar a hablar de Argentina, especialmente de Buenos Aires, porque no podría parar. Solo estuve allí una vez, pero adoro esa ciudad, en la que me sentí como en casa. Y tantos buenos amigos a los que echo de menos. Y tantos buenos amigos que ya no están...

El resultado fue fantástico. Gustó a todos. La crema es de textura y sabor similar a las trufas de chocolate, por eso le di el nombre de tarta de trufa. Además, los ingredientes son prácticamente los mismos. El contrapunto del dulce de leche le da un toque espectacular. Podría quedar también muy rica con caramelo de mantequilla salada o crema de untar de galletas espéculoos. Os la recomiendo vivamente. Yo, desde luego, la volveré a hacer. Está destinada a convertirse en un clásico de mi cocina. 

Las decoré con unas calendulas comestibles. Antes de poner flores en una tarta o en un plato, comprobad que son aptas para el consumo. No se debe poner en el plato nada que no se pueda comer.


Nota (6 de enero de 2014): He preparado otra versión de esta tarta, poniendo trocitos y migas de galletas Oreo por encima. Para eso,he aplastado con las manos un paquete de Oreo, de 150 gramos, sin abrir. Una vez cubierta la tarta con la crema de trufa, lo echo por encima sin esperar a que cuaje. Los trocitos de galletas se humedecen y quedan incorporadas a la crema. Ideal para golosos y amantes de las galletas Oreo. Yo prefiero la versión clásica porque se nota más el sabor de la trufa, pero a mis sobrinos, y a sus amigos, les encantó. Os dejo fotos para que la veáis.









Ingredientes: 
300 g de galletas Oreo
100 g + 60 g de mantequilla
Un bote de dulce de leche
200 g de chocolate al 70%
200 ml de nata para montar (al menos 35% de m.g.)





Trituramos las galletas Oreo con un robot de cocina o picadora. Si no tenemos, las metemos en una bolsa de plástico y les pasamos un rodillo por encima hasta que estén totalmente trituradas. Derretimos 100 gramos de  mantequilla en una sartén pequeña, sin dejar que hierva. En un bol, mezclamos las galletas y la mantequilla hasta hacer una pasta grumosa.




  





Usamos un molde grande de tarta baja. Mejor si es desmoldable y redondo. Cubrimos la base y los laterales del molde con la mezcla de galleta, apretando bien. Yo uso un poco de plástico transparente para cubrir y apretar bien toda la base. Metemos la base en el congelador a enfriar.






Partimos el chocolate en trozos. Ponemos la nata en un cazo a calentar. Cuando hierve, apagamos. Añadimos el chocolate troceado y los 60 gramos de mantequilla. Dejamos reposar. A los 5 minutos, revolvemos hasta tener una crema suave y brillante.













Sacamos la base del congelador. Cubrimos con el dulce de leche. A continuación, echamos la crema de chocolate. Metemos en la nevera al menos una hora. 











Sacamos y desmoldamos.





 Pulverizamos con cacao amargo pasado por un colador.








Podemos poner unas flores comestibles o algún otro adorno.








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